Esquí de montaña: Circular al Pic d'Amitges
Últimos días de marzo, ya en primavera seguimos haciendo nuestras salidas de esquí de montaña. En esta ocasión nuestra idea era salir dos días, empezando desde La Bonaigua, para bajar hacia Saboredo por detrás de La Peülla y posteriormente ir hacia el Pic d'Amitges, dejando el Bassiero para el siguiente día y posteriormente bajar al coche.
Siguiendo el plan establecido, nos levantamos temprano conscientes de que la travesía serà larga, más aún si contamos que llevamos todo lo necesario para pasar dos días en la montaña.
A las 7.30 llegamos a la Bonaigua, dónde el viento ya hace rato que sopla y nos avisa de que hoy vamos a tener que sufrir para conseguir nuestro objetivo. Por suerte, durante el primer tramo de la salida quedamos mínimamente resguardados del viento y podemos ir avanzando con viento, pero sin tenerlo totalmente en contra. La ruta marca una diagonal hasta encontrar las canales que nos llevan a Saboredo, pero nosotros dadas las circunstancias decidimos ir bajando poco a poco en dirección a las canales, para no tener que andar con el viento soplándonos constantemente.
Sin muchos problemas llegamos a la zona deseada y nos toca subir hacia el refugio de Saboredo, con nieve costra prácticamente todo el rato.
Poco a poco ganamos metros por una huella bien pisada de esquiadores que deberían de haber subido durante el día de ayer. Ahora en el fondo de valle el viento nos da tregua y el avance es rápidos mientras vemos las montañas humeando encima nuestro.
El refugio ya está cerca, pero nuestro paso no es como el de otros días, y cuando llegamos allí ya tenemos claro por dónde vamos a subir, viendo como el viento va soplando por la ruta que tenemos pensada.
Paso rápido por el refugio y con punto de inflexión, allí tenemos cobertura y recibo malas noticias, mi compañero tiene problemas personales y sabiendo que durante la noche no tendré cobertura prefiero eludir esta noche fuera y estar disponible por si pasara alguna cosa. Aún así, hoy seguiremos nuestro camino, y al día siguiente a ver qué es lo que pasa.
La huella sigue siendo bastante clara, y al cabo de un rato nos lleva por encima del Lac Glaçat, desde donde nos dirigimos al collado del mismo nombre. Desde allí nos tocará hacer una diagonal que no está en muy buenas condiciones y que nos dejará en el Coll d'Amitges.
Llegados al coll, toca sacarse los esquís y taparse porque es un punto de paso del viento que va soplando y nos azota todo el rato, obligándonos a usar todo lo que tengamos para poder resguardarnos de su virulencia.
Pocos minutos después la cima está bajo nuestros pies, y el viento parece que nos da algo de tregua, dejándonos saborear las buenas vistas a las Agulles d'Amitges, Sant Maurici y todo lo que nos rodea.
Con el trabajo hecho de la subida, el viendo sigue apretando fuerte y tenemos que bajar rápido al collado, sacer las pieles como se pueda y bajar hacia el refugio de Mataró, donde aprovechamos para comer algo y recuperar temperatura.
Una buena pasta para comer que nos sienta perfectamente y nos da fuerzar para hacer el descenso, que realizaremos por la vía normal de invierno, que nos llevará por un barranco hasta el final del lago, que pasamos por encima.
A partir de este momento, nuestro esquí se convierte en supervivencia porque la nieve está en mal estado y en cualquier momento te puedes enganchar, hecho que sumado a los planos que nos encontramos hace que tengamos que estar muy atentos.
Parece que ya tenemos todo hecho, llegamos a la última diagonal y ya vemos el refugi de les Ares a nuestros pies, por dónde bajaremos, pero no... el final será amargo ya que Edu se engancha con restos de una antigua avalancha y se hace daño en la rodilla.
Por suerte estamos a poca distancia del final de la ruta, y decidimos dividirnos, yo bajo con todos los pares de esquís, mientras ellos descenden poco a poco. Al final todo correcto, y tras cargarlo todo toca ir a urgencias.
¿Resultado? Tocará esperar, no es fácil ver qué es lo que tiene, así que calma y tranquilidad.
Como siempre, aquí viene el track, en este caso sólo de subida porque se acababa la batería...
Siguiendo el plan establecido, nos levantamos temprano conscientes de que la travesía serà larga, más aún si contamos que llevamos todo lo necesario para pasar dos días en la montaña.
A las 7.30 llegamos a la Bonaigua, dónde el viento ya hace rato que sopla y nos avisa de que hoy vamos a tener que sufrir para conseguir nuestro objetivo. Por suerte, durante el primer tramo de la salida quedamos mínimamente resguardados del viento y podemos ir avanzando con viento, pero sin tenerlo totalmente en contra. La ruta marca una diagonal hasta encontrar las canales que nos llevan a Saboredo, pero nosotros dadas las circunstancias decidimos ir bajando poco a poco en dirección a las canales, para no tener que andar con el viento soplándonos constantemente.
Sin muchos problemas llegamos a la zona deseada y nos toca subir hacia el refugio de Saboredo, con nieve costra prácticamente todo el rato.
Poco a poco ganamos metros por una huella bien pisada de esquiadores que deberían de haber subido durante el día de ayer. Ahora en el fondo de valle el viento nos da tregua y el avance es rápidos mientras vemos las montañas humeando encima nuestro.
El refugio ya está cerca, pero nuestro paso no es como el de otros días, y cuando llegamos allí ya tenemos claro por dónde vamos a subir, viendo como el viento va soplando por la ruta que tenemos pensada.
Paso rápido por el refugio y con punto de inflexión, allí tenemos cobertura y recibo malas noticias, mi compañero tiene problemas personales y sabiendo que durante la noche no tendré cobertura prefiero eludir esta noche fuera y estar disponible por si pasara alguna cosa. Aún así, hoy seguiremos nuestro camino, y al día siguiente a ver qué es lo que pasa.
La huella sigue siendo bastante clara, y al cabo de un rato nos lleva por encima del Lac Glaçat, desde donde nos dirigimos al collado del mismo nombre. Desde allí nos tocará hacer una diagonal que no está en muy buenas condiciones y que nos dejará en el Coll d'Amitges.
Llegados al coll, toca sacarse los esquís y taparse porque es un punto de paso del viento que va soplando y nos azota todo el rato, obligándonos a usar todo lo que tengamos para poder resguardarnos de su virulencia.
Pocos minutos después la cima está bajo nuestros pies, y el viento parece que nos da algo de tregua, dejándonos saborear las buenas vistas a las Agulles d'Amitges, Sant Maurici y todo lo que nos rodea.
Con el trabajo hecho de la subida, el viendo sigue apretando fuerte y tenemos que bajar rápido al collado, sacer las pieles como se pueda y bajar hacia el refugio de Mataró, donde aprovechamos para comer algo y recuperar temperatura.
Una buena pasta para comer que nos sienta perfectamente y nos da fuerzar para hacer el descenso, que realizaremos por la vía normal de invierno, que nos llevará por un barranco hasta el final del lago, que pasamos por encima.
A partir de este momento, nuestro esquí se convierte en supervivencia porque la nieve está en mal estado y en cualquier momento te puedes enganchar, hecho que sumado a los planos que nos encontramos hace que tengamos que estar muy atentos.
Parece que ya tenemos todo hecho, llegamos a la última diagonal y ya vemos el refugi de les Ares a nuestros pies, por dónde bajaremos, pero no... el final será amargo ya que Edu se engancha con restos de una antigua avalancha y se hace daño en la rodilla.
Por suerte estamos a poca distancia del final de la ruta, y decidimos dividirnos, yo bajo con todos los pares de esquís, mientras ellos descenden poco a poco. Al final todo correcto, y tras cargarlo todo toca ir a urgencias.
¿Resultado? Tocará esperar, no es fácil ver qué es lo que tiene, así que calma y tranquilidad.
Como siempre, aquí viene el track, en este caso sólo de subida porque se acababa la batería...
